Te interesa alquilar o comprar tu local de negocio

En la actualidad hay muchas ofertas de locales vacíos, con una amplia gama de alquileres e incluso de venta. Locales embargados que los bancos ofertan a buenos precios, o de particulares cansados de tenerlos sin alquilar produciendo gastos y deciden venderlo. También hay mucha oferta de alquileres debido a la crisis, negocios que han quebrado y han cerrado, esto ha producido un amplio campo de locales en alquiler a precio más asequibles que pueden aprovechar los autónomos.

Nos planteamos que hacer, si alquilar o comprar tu local de negocio. 

Comprar tu local de negocio 

Las ventajas de ser propietario son claras, no dependes de un tercero que en un momento te diga que al terminar el contrato vigente no te lo renueve y por lo tanto debes buscar un nuevo local, con los consiguientes inconvenientes que esto supone.

Por otro lado, al ser propiedad cuentas con la ventaja de que si te jubilas o por la causa que sea decides dejar de explotarlo, puedes alquilarlo lo que conlleva una renta que podemos ingresar mensualmente.

También puedes realizar obras sin tener que pedir permiso a un arrendador. Y siempre que realizas una compra, evitas el alquiler de manera que aunque pagues una hipoteca, tienes un bien que está revalorizándose.

Alquilar tu local de negocio 

Una de las principales ventajas que tiene el alquiler de local de negocio, es que en cualquier momento podemos cambiar de local, de ubicación en función de nuestras necesidades, ya sea por ampliar el tamaño, disminuirlo, buscar un mejor sitio, o un precio más económico.

Pero este no es la única ventaja, podemos renegociar el alquiler, o las condiciones de nuestro contrato de arrendamiento, es decir si nuestro negocio no va bien, podemos hablar con el propietario y que nos rebaje el alquiler, nos haga una carencia, o nos fraccione el pago. Tenemos una flexibilidad que con la compra no tenemos.

Dependiendo del contrato, los gastos de comunidad no se suelen incluir en el alquiler, no así los impuestos de IBI.

Todo lo dicho anteriormente depende de la situación económica del empresario, de su capacidad económica y su posibilidad de inversión.